La infancia es una etapa en la que los niños a partir de su esqueleto psicológico desde el que interpretan el mundo van conformando su personaje que les permitirá sobrevivir y ser aceptados por su entorno. Desde pequeños adoptamos creencias sobre todo de nuestro sistema familiar y educativo, patrones y formas de funcionar que nos provocan sufrimiento.
A menudo, los niños no entienden a los adultos y sienten miedo. Este miedo puede convertirse en celos cuando sienten que peligra la atención de los padres por ejemplo por el nacimiento de un hermano, miedo a ser diferentes, a no ser aceptados. Sienten rabia por no ser protegidos como desean. Emociones que carecen de herramientas para gestionar, y los adultos muchas veces tampoco y las gestionamos negando o infravalorando la emoción del niño.
El niño lo que precisamente necesita cuando hace una pataleta es la comprensión y la atención del padre, madre o adulto de referencia.
Los problemas psicológicos y emocionales de los niños pueden impactar en su vida de distintas formas, en su rendimiento escolar o derivar en problemas de conducta.