LA TRISTEZA

Las emociones son mecanismos que nos ayudan a reaccionar frente a sucesos inesperados. Éstas preparan al organismo (la activan) para hacer frente a las demandas del entorno. Toda emoción es la respuesta a una situación y tiene una función.

Pueden ser positivas o negativas en función de si contribuyen al bienestar o malestar. No existen emociones buenas o malas, porque siempre tanto las que tienen un carácter positivo como negativo cumplen su función.

Sentir tristeza es un estado psicológico relativamente habitual, y no es de por sí un indicador de ningún trastorno mental. La tristeza es un dolor generalizado, no es negativa, no es anormal ni está mal oírla.

Puede deberse a una pérdida pero también podemos sentirnos tristes por determinadas creencias irracionales que experimentamos, como tener perspectivas pesimistas, expectativas demasiado altas, falta de entusiasmo por la vida… De modo que a veces el problema no es la realidad misma sino la nuestra creencia de que las cosas deberían ser distintas.

Por tanto podemos hablar de dolor como expresión del duelo cuando sufrimos una pérdida, pero a veces éste se puede enquistar y cronificarse convirtiéndose en sufrimiento. El sufrimiento es una creación irracional a partir del autodiálogo interno. Cuando la persona se dice a sí misma cosas como: “todo es culpa mía”, “siempre me pasan cosas malas”, “nunca saldré”…

Esta emoción puede ser muy dolorosa ya menudo tratamos de evitarla con distracciones como realizando actividades, trabajo, amigos o intentamos negarla y reprimirla. No nos permitimos llorar.

Pero cuando la emoción no encuentra, o no le damos una vía de expresión adecuada, la busca por sí misma a través de síntomas físicos y enfermedades.

Es aconsejable permitirnos sentir el dolor, tomar contacto con él, vivirlo sin mentirnos. Llorar y hablar de lo que sentimos o de lo que hemos perdido nos permite asimilar la pérdida y aprender de ella.

Expresar la tristeza nos permite pedir consuelo y apoyo a las personas de alrededor, permitiéndonos superar la situación adversa y adaptándonos a la nueva situación.

Con el Tapping nos permitimos sentir la tristeza y hacer el duelo frente a una pérdida así como liberar creencias irracionales que nos provocan sufrimiento

info@elsapsicologa.com